La cantidad de literatura científica sobre cómo aprendemos y memorizamos lo aprendido resulta impresionante. Llevamos investigando sobre este tema por más de 100 años. De hecho, hay tanta información que pocos pueden leer a profundidad sobre el tema.
Sin embargo, uno de los hallazgos concretos más relevantes es que el sueño juega uno de los papeles más importantes en la memorización y el aprendizaje. La ciencia ha demostrado que en tiempos de descanso y ausencia de cualquier estimulación externa, las neuronas en el hipocampo se activan espontáneamente durante el sueño.
Después de jugar horas de videojuegos como Tetris, los jugadores fueron escaneados la noche siguiente: literalmente alucinaban una cascada de formas geométricas en sus sueños, y sus ojos realizaban los movimientos correspondientes, de arriba a abajo. ¿Les ha pasado? Podría afirmar que a todos. (Aprende a cómo crear videojuegos)
La explicación científica de cómo el cerebro aprende mientras duerme
Vamos por partes. Stanislas Dehaene, autor del libro HOW WE LEARN: Why Brains Learn Better Than Any Machine . . . for Now, explica el experimento realizado con ratones por los neurofisiólogos Matthew Wilson y Bruce McNaughton sobre el funcionamiento del cerebro mientras duerme.
El hipocampo contiene neuronas que se activan cuando un animal está (o cree que está) en un espacio determinado. El hipocampo está repleto de neuronas que codifican el lugar, cada una de las cuales prefiere una ubicación diferente. Si registra suficientes, encontrará que abarcan todo el espacio en el que camina el animal.
Cuando el ratón se mueve a través de un corredor, algunas neuronas disparan en la entrada, otras en el medio y otras al final.
Y es aquí donde encajan los experimentos de Wilson y McNaughton. Los dos científicos descubrieron que cuando el ratón duerme las células del hipocampo comienzan a dispararse nuevamente, en el mismo orden del recorrido que hicieron despiertas en el corredor. Las neuronas literalmente reproducen las trayectorias del periodo de vigilia anterior. La única diferencia es la velocidad: durante el sueño, las descargas neuronales pueden acelerarse en un factor de veinte.
Así, el cerebro del ratón reproduce, a gran velocidad, los patrones de actividad que experimentó el día anterior. Cada noche trae recuerdos del día. Y tal repetición no se limita al hipocampo, sino que se extiende a la corteza, donde juega un papel decisivo en la plasticidad sináptica y la consolidación del aprendizaje.
Cómo interfiere el sueño en el aprendizaje
Gracias a esta reactivación nocturna, un solo evento de nuestras vidas, registrado solo una vez en nuestra memoria episódica, puede reproducirse cientos de veces durante la noche.
Tal transferencia de memoria puede incluso ser la función principal del sueño. Es posible que el hipocampo se especialice en el almacenamiento de los eventos del día anterior, utilizando una regla de aprendizaje rápido de prueba única.
Durante la noche, la reactivación de estas señales neuronales las propaga a otras redes neuronales, principalmente ubicadas en la corteza y capaces de extraer la mayor cantidad de información posible de cada episodio. (Aprende qué es el deep learning y cómo se aplica)
De hecho, en la corteza de una persona que aprende a realizar una nueva tarea, cuanto más se reactiva una neurona durante la noche, más aumenta su participación en la tarea durante el día siguiente. La reactivación del hipocampo conduce a la automatización cortical.
El sueño y el aprendizaje están fuertemente vinculados. Numerosos experimentos muestran que las variaciones en la profundidad del sueño se correlacionan con las variaciones en el rendimiento al día siguiente. Por eso una mente descansada tiene mayor lucidez en el aprendizaje.
Cuando aprendemos a usar un joystick, por ejemplo, durante la noche siguiente, la frecuencia e intensidad de las ondas lentas del sueño aumentan en las regiones parietales del cerebro involucradas en dicho aprendizaje sensoriomotor, y cuanto más fuerte es el aumento, más mejora el rendimiento de una persona.
Así que quienes juegan muchas horas de videojuegos necesitan dormir para ser más ágiles en el juego del día siguiente. (Aún mejor si aprendes a crear videojuegos).
De manera similar, después del aprendizaje motor, las imágenes cerebrales muestran un aumento de actividad en la corteza motora, el hipocampo y el cerebelo, acompañado de una disminución en ciertas áreas frontales, parietales y temporales.
Experimento tras experimento da resultados convergentes: después de dormir, la actividad cerebral cambia, y una parte del conocimiento adquirido durante el día se fortalece y se transfiere a circuitos más automáticos y especializados.
Por eso una mente descansada tiene mayor lucidez en el aprendizaje.
Experimentos alrededor del sueño
El científico alemán del sueño Jan Born hizo un experimento donde pasó pequeñas corrientes a través del cráneo reproduciendo un sonido sincronizado con las ondas cerebrales del durmiente. Calmado por el sonido de las olas, el cerebro de la persona se dejó llevar por este ritmo irresistible y produjo ondas significativamente más lentas, características del sueño profundo. Al día siguiente, esta resonancia condujo a una consolidación más fuerte del aprendizaje. Lo que significa que entre más profundo el sueño, más fuerte la consolidación de lo que se ha aprendido.
Una startup francesa comenzó a explotar ese efecto y vende bandas para la cabeza que supuestamente facilitan el sueño y aumentan la profundidad del sueño al reproducir sonidos tranquilos que estimulan los ritmos lentos del cerebro nocturno. Otros investigadores intentan aumentar el aprendizaje forzando al cerebro a reactivar ciertos recuerdos por la noche.
Imagínese aprender ciertos hechos en un aula muy perfumada con olor a rosas. Una vez que ingresa al sueño profundo, rociamos su habitación con la misma fragancia. Los experimentos indican que la información que aprendió está mucho mejor consolidada a la mañana siguiente que si hubiera dormido mientras estuvo expuesto a otro olor. El perfume de rosas sirve como una señal inconsciente que sesga a su cerebro para reactivar este episodio particular del día, aumentando así su consolidación en la memoria.
En el futuro, ¿todos jugaremos con nuestro sueño para aprender mejor? Muchos estudiantes ya hacen esto espontáneamente: revisan una lección importante justo antes de quedarse dormidos, sin saberlo, intentando sesgar su repetición nocturna.
> El cerebro dormido NO absorbe ninguna nueva información
Pero no confundamos estrategias tan útiles con la idea errónea de que uno puede adquirir habilidades completamente nuevas mientras duerme. Algunos charlatanes venden grabaciones de audio que supuestamente enseñan un idioma extranjero inconscientemente mientras se duerme. La investigación es clara: tales grabaciones no tienen ningún efecto. Aunque puede haber algunas excepciones, la mayor parte de la evidencia sugiere que el cerebro dormido NO absorbe ninguna nueva información: solo puede reproducir lo que ya ha experimentado. Para aprender una habilidad tan compleja como un nuevo idioma, lo único que funciona es practicar durante el día, luego dormir durante la noche para reactivar y consolidar lo que adquirimos.
En la segunda parte de este especial, te enseñaré cómo funcionan las fases del sueño y los consejos que según la ciencia funcionan para quedarse dormido más rápidamente. Recuerda que dormir es importante para tu aprendizaje. Por ahora, te dejo este curso para que aprendas a meditar.
Conoce los consejos para conciliar el sueño comprobados por la ciencia.
Cuéntame en los comentarios qué mas te gustaría aprender sobre este tema.
Audiocurso de Meditación