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Cómo hacer un estudio UX de tu competencia

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hace 3 años

El estudio de competencia es una técnica de investigación muy útil en la fase de descubrimiento de la investigación UX. Con ella podemos comenzar un proceso de innovación que nos lleve a crear nuevas funcionalidades o productos, pero también nos puede servir de inspiración para iterar algo que ya exista.

En este post obtendrás tips para hacer ese estudio así como los pros y contras.


Una de las herramientas que usamos con más asiduidad en nuestros proyectos de Diseño de Producto es el estudio de la competencia. ¿Por qué?

En mi área de trabajo más común, la investigación UX (UX Research en inglés), normalmente siempre buscamos un punto de partida que nos permita iterar, avanzar. No necesitamos reinventar la rueda cada vez que empezamos el diseño de un producto, sino que nos basta con mejorar lo ya existente.

Esto hace que los estudios de los competidores sean herramientas muy útiles para la UX. Vamos a ver qué pros y contras tienen, además de ver un proceso que podrás utilizar para espiar a tu competencia.

¿Qué es un estudio de competencia?

competidores-estudio.png

Podemos definir los estudios de competencia como una de las herramientas de UX que nos permiten conocer qué están haciendo nuestros competidores en un determinado ámbito.

Dentro del proceso de UX Research, los estudios de competencia se enmarcan normalmente en la fase de descubrimiento, ya que nos permiten tomar ideas para su aplicación futura o descubrir qué no funciona en nuestro producto.

En la segunda unidad del Curso de Gestión de Procesos UX precisamente tratamos la investigación y cómo nos va a servir para alinear nuestras necesidades de negocio con los usuarios: estudiar a la competencia nos ayudará a validar nuestra idea y ajustarla a esas necesidades de manera que también nuestro negocio salga beneficiado de su implementación.

Como en todo proceso, hemos de marcarnos unos objetivos, ya que es el primer paso para elegir qué herramienta de todas las que tenemos a nuestro alcance podemos usar. Puedes elegir uno de estos:

  1. Identificar problemas de usabilidad en tu producto
  2. Documentarte para tomar decisiones de diseño
  3. Conocer las fortalezas y debilidades de tus competidores
  4. Conocer el impacto de cambios
  5. Identificar nuevos competidores

Ten en cuenta que es un estudio comparativo, con lo que deberás preparar qué quieres revisar y cómo vas a medir los resultados que obtengas.

Beneficios de estudiar a tus competidores

De entre todos los pros que podemos identificar de estos estudios, hay dos que destacan sobre todos los demás para la investigación de Experiencia de Usuario:

  1. Encontrar huecos en el mercado: muy relacionado con la innovación, en este estudio buscaremos posibles características que no están implementadas y puedan ser útiles para un determinado público objetivo. O incluso nuevas ideas.
  2. Diseñar productos y servicios: esta ventaja está íntimamente relacionada con la iteración, con ese trabajo que los UXers hacemos mucho en nuestro día a día. Tomar una idea y mejorarla es, quizá, la mejor manera de iterar en cualquier proceso de diseño de producto.

Como la UX es un proceso, tu estudio de tus competidores puede servir para hacer un test A/B, ya que la hipótesis de diseño que quieres validar podrás haberla visto en uno de tus competidores de referencia.

Posibles contras de estos estudios

Pero a pesar de esos beneficios ligados con el descubrimiento, los estudios de competencia pueden no ser la mejor opción si no somos capaces de hacerlos bien.

De hecho, al igual que esos dos beneficios que te mostraba antes relacionados con la innovación y la iteración, podemos identificar dos grandes problemas:

  1. Si te fijas demasiado en tus competidores, puede que no innoves nada. De hecho, este es un gran problema: muchas alternativas en algunos mercados ofrecen las mismas características y las únicas diferencias para los usuarios estriban en lo visual.
  2. Los sesgos: cuando revisamos a nuestros competidores normalmente utilizamos nuestra propia experiencia y, con ella, aparecen los sesgos. Por eso es importante que el estudio lo haga una persona específica que sea capaz de hacerlo de manera objetiva y, si no tiene relación con el proyecto, mejor aún.

Una vez vistos los pros y contras que nos puede ofrecer esta técnica, te voy a dar un sencillo esquema para que puedas conducir un estudio de tu competencia de la mejor manera posible.

estudio-competencia-ux.png

Cómo hacer el estudio

Ya te he comentado antes cuál es el primer paso: tener unos objetivos claros. Con estos objetivos en mente, pregúntate siempre si estudiar a tus competidores va a darte unos resultados claros y accionables. Puede que la mejor herramienta pueda ser un análisis experto de accesibilidad o incluso una entrevista a usuarios.

Si tus objetivos llevan a que el estudio de competencia sea la herramienta elegida, el siguiente paso es identificar a tu competencia real, es decir, con quien te vas a enfrentar en el mercado, en las SERP de Google o en la publicidad. Si haces un buen estudio, probablemente tendrás competidores grandes, medianos y pequeños, e incluso hasta puedas identificar antes que nadie alguna solución novedosa.

En este punto, puedo recomendarte una lectura intensa del capítulo que dedica al estudio de competidores el autor Jaime Levy en su libro UX Strategy. Aunque esté en inglés, las notas que da son muy útiles para que el trabajo que realices esté bien estructurado y obtengas buenos resultados.

Si quieres obtener conclusiones, una muestra de 5-10 competidores directos e indirectos será suficiente para tu estudio, un número razonable y fácil de gestionar. ¿Qué es tu competencia directa e indirecta?

  1. La competencia directa es aquella que hace exactamente lo mismo que haces tú. Ni más ni menos.
  2. La competencia indirecta es aquella que hace algo similar a lo que tú haces, pero sin ser su área de negocio principal.

Una vez ya tienes objetivos y competidores, es hora de ponerse manos a la obra. En un estudio UX lo que revisaremos serán las acciones que pueden realizar los usuarios y el customer journey, el camino que siguen los usuarios para llevarlas a cabo.

Llegados a este punto es importante que empieces a documentar todo. Mi consejo en particular es usar una hoja de cálculo en la que incluir toda la información relevante:

  1. Identificación del competidor: nombre, web, accesos si hemos creado un usuario para el customer journey, año de fundación y cuanto dato estimes necesario.
  2. Modelo de negocio: suele ser muy útil conocer si es una startup o una empresa establecida, quién está detrás, si ha habido rondas de financiación o si usan estrategias de inbound marketing, entre otros datos.
  3. Características: cómo es el producto o servicio, evaluación heurística de accesibilidad, personalizaciones, ventaja competitiva, diseño, etc.
  4. Otros datos: aspectos reputacionales, reviews, tono de comunicación o información sobre la atención al cliente puede ir aquí.

Con todo esto, puedes obtener una matriz con la que crear tu informe. Incluso aunque el documento sea interno y lo crees para ti mismo, te aconsejo hacer un pequeño resumen con todo lo que encuentres. Da igual que sea en un documento o una presentación: este informe recogerá las principales conclusiones obtenidas durante el estudio y que están plasmadas en esa hoja de cálculo, pero más fácil de entender.

Al ser una herramienta eminentemente cualitativa, establecer una priorización o clasificación de las conclusiones que obtengas te permitirá identificar en qué trabajar, cumpliendo con esos beneficios que te comentaba al inicio del artículo: los huecos a cubrir o la posibilidad de mejorar lo que ya hay.

Piensa que este trabajo está pensado para ser el inicio de un proceso: el diseño de un producto o la iteración de alguna característica ya disponible. Por lo tanto, deberá ser accionable para ti y útil para tus usuarios, alineando los objetivos de ambas partes.

Daniel
Daniel
torresburriel

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