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Cómo elegir el cliente ideal

13758Puntos

hace 5 años

Estás por comenzar tu propio emprendimiento… ¡Felicitaciones!

Ahora, una de las primeras decisiones que debes tomar es a quiénes está dirigido tu producto o servicio. Es decir, determinar el cliente o público (“Target) que se quiere capturar y atraer. Esto es fundamental, así podrás optimizar costos y tiempos, enfocar tus esfuerzos y ajustar los productos o servicios para ese público definido.

Si no conocemos quiénes son nuestros usuarios potenciales, ¿cómo vamos a poder crear y llevar a cabo un plan de marketing eficiente?
De hecho, ¿te has cuestionado en algún momento si a la gente sobre la que centras tus campañas de marketing y en la que inviertes tu presupuesto, verdaderamente le interesa tu oferta?

El “mercado buscado” es el grupo que más probablemente compre el producto que tu empresa tiene para ofrecer. Entonces la mejor pregunta que puedes hacerte para identificar tu mercado buscado es:

¿Hay suficientes personas con voluntad y capacidad de comprar mi producto o servicio en la zona en la que voy a operar?

El usuario no siempre es el cliente

Un error frecuente es pensar que el cliente es la misma persona que va a usar el producto. Por ejemplo: el asistente que compra la tinta para la impresora, lo hace con la tarjeta de la empresa y a pedido de su jefa (quien tampoco es la dueña de la tarjeta de crédito). O el caso del padre que compra un postre para su hijo…

Entonces, ¿a quién hay que convencer de que compre nuestro producto?

En realidad podríamos clasificarlos según sus roles como:
· Consumidor: quien toma la decisión de compra.
· Comprador: la persona que realiza la transacción.
· Usuario: la personas que le dará uso.

Lo primero es identificar si, en el caso de nuestro producto o servicio, es probable que distintas personas ejecuten esos roles. Si detectamos que es así, tendremos que darles buenas razones a todos ellos para que nos elijan.

Volviendo al ejemplo del asistente que compra la tinta para la impresora de la empresa, por ejemplo podemos crear un sistema de puntos acumulables canjeables por premios por cada compra que sean intransferibles para la persona que hace el pedido. De esa forma el asistente (el comprador) querrá seguir comprando cartuchos de nuestra marca. Pero si subimos demasiado los precios, la jefa (la consumidora) podría decidir cambiar a otro proveedor y no habrá mucho que el asistente pueda hacer al respecto. De igual manera, si la jefa y el asistente están conformes con nuestros productos pero los oficinistas (usuarios de las tintas) no paran de quejarse por la calidad, y los reclamos porque no se lee bien lo que imprimen se hacen cada vez más frecuentes, la empresa no tardará mucho en cambiar de proveedor.

Cuando pienses en tu nuevo emprendimiento intenta descubrir qué problema soluciona tu producto o servicio y a quién (o a quienes) se lo soluciona, de esa forma ofrecerle a cada uno lo que verdaderamente necesita.

Comparte esta publicación con tus amigos y ¡aprende a crear tu propio emprendimiento!

Marina
Marina
marinadegiobbi

13758Puntos

hace 5 años

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2
5 años

Super y muy claro todo el tema.

1
13758Puntos
5 años

¡Gracias Yina! Si te gustó la forma en que está explicado aquí, te encantará el curso que estamos preparando 😉

2
32489Puntos
5 años

Me parece muy bien esa clasificación de roles :+1

1
13758Puntos
5 años

¡Gracias Abdías! ¿Conocías otras clasificaciones según tipos de clientes?