Guía: el poder de los hábitos en el estudio | Nunca pares de aprender

Curso de Gestión Efectiva del Tiempo

Toma las primeras clases gratis

COMPARTE ESTE ARTÍCULO Y MUESTRA LO QUE APRENDISTE

Si alguna vez te consideraste mal estudiante o si te lo dijeron, probablemente esto marcó tu vida. Pero ¿Cómo definirías que eres buen/a o mal/a estudiante ahora mismo?

Guía para que nunca pares de aprender formando hábitos

En este post te enseñaré una fórmula bastante segura para convertirte en un gran estudiante, aquel que logra aprender, crear y transformarse. Si te cuesta adaptar tu estilo de vida para tomar clases en Platzi, trabajar en tus proyectos o aprender algo nuevo, te invito a quedarte. Trabajaremos en la adaptación de nuevos hábitos para lograr tus objetivos académicos en tu estilo de vida**. La metodología aplicada en este post está inspirada en el libro “Hábitos atómicos” de James Clear.

Estilo de vida vs. calificaciones

Nuestra generación se ha definido por los estándares de calificación cuantitativa para demostrar suficiencia o insuficiencia en el aprendizaje de un área o asignatura. Desde que iniciamos nuestra vida escolar nos dicen que algo está bien o que algo está mal.

Llevo años viendo crecer desde cero a pro, talentos en programación, diseño o en marketing digital por dentro y fuera de Platzi. Y al principio pensaba que ellos eran más inteligentes que yo o que habían tenido calificaciones sobresalientes en la escuela. Básicamente, que ellos eran “iluminados” y yo estaba por debajo del promedio. La verdad es que muchas de las personas que hoy día tienen un buen trabajo en tecnología y gran experiencia en el campo no fueron necesariamente estudiantes destacados. Podría decir que la rebeldía es algo que los une con un lazo invisible.

Yo quiero ser: “____________”

La forma como nos vemos a nosotros mismos es completamente construída: absorbemos modismos, acentos, palabras, costumbres, colores y hasta gustos. En muchos esa visión ha dependido de opiniones de terceras personas, tanto en el sentido positivo como en el negativo. Si te dijeron que fuiste mal estudiante por reprobar una asignatura, tú realmente lo creíste. Pero ¿te sirve de algo creerlo hoy en día?

Somos el resultado de nuestro origen, creencias, identidad, decisiones, y por supuesto nuestro entorno. Si te dijeron que eres mal estudiante, quizás hoy te cueste o te resistas aprender algo nuevo. Aquí es donde quiero plantearte: ¿qué tal si te propones ser alguien diferente en lugar de estudiar en Platzi?

Me explicaré mejor: ¿qué tal si te conviertes en una persona que domina Python en 2020? ¿qué tal convertirte en una persona que pasó de saber marketing tradicional a marketing digital para expandir sus oportunidades laborales? ¿qué tal convertirte en una persona que además de estadística aprende Python? ¿Te imaginas las oportunidades que tendrías?

Seamos sinceros: “¡Yay! Vamos a aprender matemáticas en 2020!” no suena muy emocionante por si solo. La manera de convertirlo en una forma de cambiar nuestra identidad sería: “Yo quiero ser esa persona que sabe matemáticas y las aplica a las ciencias de datos. Yo quiero ser científica de datos”. Qué tal convertir: “debo aprender a programar el próximo año” a “Yo quiero ser esa persona que entra a un editor de código, teclea cosas y resuelve problemas con programación”. A que suena mucho más motivante ¿verdad?

Esta metodología trabaja algo fundamental: si quieres cambiar algo de tu vida, más importante que plantearte un objetivo, mejor plantéate un cambio de identidad. Cambiar de identidad suena a algo radical y hasta abstracto. Pero no es nada más que cambiar hábitos, la forma como nos vemos y modificar nuestro entorno para facilitar nuestros progresos. Si aún no entiendes de qué se trata el cambio de identidad, no te preocupes. Sigue leyendo.

La importancia de los hábitos en el aprendizaje:

Buenos, malos, útiles o inútiles, todos tenemos hábitos que repetimos cada día y que ocupan nuestro tiempo. Estoy segura que todos o todas en algún momento de nuestra vida nos hemos prometido tener mejores hábitos: comer mejor, hacer ejercicio, ser mejor estudiante, leer más. Con solo mencionarlo no logramos cambios, con plantearnos objetivos no logramos cambios, con quererlo realmente no logramos cambios ¿qué hicimos mal entonces? ¿somos un caso perdido? ¿será que nunca lo lograremos?.

La respuesta es: fallamos porque no cambiamos de identidad, no cambiamos de entorno, no cambiamos algo radicalmente, por completo aunque duela. Una nueva construcción de identidad te permitirá hacer los cambios necesarios en tu ambiente para lograr algo nuevo. Por ejemplo, cuando por salud tuve que eliminar el consumo de azúcar, mi primera tarea “radical” fue dejar de comprar azúcar en el supermercado. Luego dejé de preparar jugos y comprar sodas azucaradas, ahora tengo tés hechos en casa o agua gasificada en la nevera. Poco a poco adapté mi casa para caer tentaciones en lo que adaptaba el nuevo hábito. Hoy en día no extraño para nada las bebidas azucaradas.

La clave de instalar bien nuevos hábitos está en entender cómo funcionamos: somos débiles ante la tentación, que nos va a costar, que vamos a sacrificar cosas que nos generan placer, pero que también vamos a obtener recompensas muy valiosas. Estas recompensas por lo general están acompañadas de cambios importantes en la vida de las personas.

Platzi no es la única forma de aprender: hay muchos libros, tutores o carreras universitarias enteras. Pero si te sigues considerando mal estudiante y no quieres hacer cambios radicales porque crees que es muy costoso para poder lograrlo, ni el mismo Bill Gates dándote clases personalizadas de programación podrá hacerte aprender de verdad.

El cambio más importante:

Desde ya empieza a verte como una persona diferente, una que aprende en línea con la comunidad más grande creadores de tecnología de habla hispana, una que está dispuesta a hacer sacrificios porque entiende que son necesarios para crecer, una persona inteligente y completamente capaz. Una que usa su computadora para crear, no solo para consumir.

Piensa en algo: Platzi le ha ayudado a MILES de personas en el mundo a aprender algo nuevo y formar sus carreras para tener un empleo en la tecnología ¿por qué no podrías lograrlo tú? ¿qué te hace negativamente diferente? Ahora, en una libreta apunta lo que quieres aprender y conviértelo en tu nueva identidad.

Si vas a aprender desarrollo frontend, escribe: “Yo quiero ser desarrollador web porque ______________________”. En lugar de pensar: “necesito aprender python para ascender en mi trabajo” piensa: “quiero aprender Python para hacer análisis de datos y avanzar en mi camino hacia las ciencias de datos”.

No se trata de no tener un objetivo, se trata de cambiar lo que quieres ser, imaginarlo y pensar lo que necesitas para lograrlo. Para entenderlo mejor, pensemos en lo que queremos aprender primero, como si esto fuera una señal: “necesito mejorar mi ortografía”, luego en cómo esa señal te hace soñar con mejorar algo: “tener buena ortografía me permitiría tener mi propio blog”. Luego piensa en qué harías para lograrlo: “tomaré el curso de ortografía básica en Platzi”. Finalmente, cuando lo logres y tengas tu blog, verás que hiciste algo que no pensabas fuera posible: escribir mejor. Esa es tu recompensa. Esa es tu satisfacción. Cuando obtienes satisfacción, instalar buenos hábitos se hace cada vez más fácil.

Revisemos tus hábitos

Saca lápiz y papel. Vamos hacer una lista de todo lo que hagamos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos cada día. Entre más detallada mucho mejor. Una vez hecha la lista, al frente vamos a evaluar cuál de ellos nos ayudan a lograr esta nueva identidad. Por ejemplo:

Yo quiero ser desarrolladora backend en Platzi

habitos 1.jpg

Ahora ¿qué hábito suelen tener las personas que ya lograron lo que tú quieres ser? ¿qué podría modificar de mi rutina para instalar este nuevo hábito?

Este ejercicio te ayudará a visualizar en qué gastas tu tiempo y cómo podrías optimizarlo. Recuerda que el TIEMPO es un recurso que no podemos renovar y esto lo hace precioso e invaluable.

Install:new_habit

Si pensabas que el siguiente paso es eliminar los hábitos que calificaste mal, fallaste. En realidad vamos a usarlos como herramienta para instalar los nuevos hábitos. Para fines de este ejercicio lo llamaremos “hábito premio”. La fórmula es muy sencilla:

haabitos 2.jpg

Prepara tu entorno:

Nos hemos adaptado a nuestro entorno: nuestro país, nuestra ciudad, nuestro barrio, nuestra casa, nuestro escritorio. Si la habitación está desordenada y no tenemos tiempo para ordenarla, lo aceptamos y esperamos al fin de semana para arreglarla. Cambiar el entorno es una regla que ayuda a cambiar tus hábitos para siempre. Un entorno diferente, limpio, sano, te ayudará enfocarte en lo que realmente necesitas aprender o ejecutar. Utiliza post-it’s recordando las cosas buenas que lograste y las tareas que necesitas ejecutar ese día o esa semana. Reconoce tus logros y esfuérzate al mismo tiempo.

Preparar el entorno también significa rodearse de personas que quieran aprender lo mismo que tú. Es doloroso, pero quizás tus amigos de la infancia ya no comparten tus mismos ideales “del nuevo tú”. Si quieres pertenecer a un nuevo gremio, conseguir otro conocimiento o crecer, es hora que pienses si las amistades que tienes actualmente te ayudan a lograrlo. Esto incluye a tu familia. Una de mis charlas favoritas en Platzi es esta: “¿cómo ser feliz?”

En Platzi hay muchas manera de lograrlo: ayuda a resolver preguntas dentro de los cursos, o se tu quien las plantea, opina en foros, asiste a eventos de comunidad, acompáñanos en PlatziLIVE. Fuera de Platzi ve a eventos de alto nivel, sigue a personas que admires, trabaja en un área de estudio limpia, bonita e inspiradora. Prémiate y recuerda tus logros a la vez que te exiges y permites equivocarte.

En resumen:

  • Para crear nuevos hábitos no es necesario prometer. Lo más importante es pensar en que debes cambiar aspectos claves y algo “dolorosos” de tu identidad.

  • Dejar atrás comentarios y malos autoconceptos sobre ser buen o mal estudiante es importante para que tengas una mejor disposición a aprender. Eres genial y puedes aprender lo que te propongas. La clave es no rendirse y entender que la frustración forma parte de tu proceso de aprendizaje.

  • Tómate un espacio para ti en donde revises los hábitos que te ayudarán a llegar a ser esa persona que quieres llegar a ser. Busca los hábitos que podrían darte ese shot de dopamina y úsalos como recompensa.

  • No te culpes por lo malo de tu entorno, de ti mismo o de lo que hiciste antes. Toma control de lo que puedes hacer ahora y cámbialo de raíz.
    Recuerda: convertirte en creador o creadora y no consumidora depende de ti.

Escribí este post con mucho cariño también como una forma de motivarme a concentrarme en lo que me hará crecer en 2020. Si tienes aprendizajes que nos quieras compartir, cuéntame en los comentarios. También puedes leer en este post cómo configurar Google Calendar para aprender algo nuevo…

Curso de Gestión Efectiva del Tiempo

Toma las primeras clases gratis

COMPARTE ESTE ARTÍCULO Y MUESTRA LO QUE APRENDISTE

0 Comentarios

para escribir tu comentario

Artículos relacionados