Si te va bien estudiando programación tendrás una curiosidad intelectual que nada la puede parar. Pensarás en solucionar todos los problemas que ves con código. Tendrás pensamiento crítico y poco a poco desarrollarás gusto y apreciación. Esto te hará notar que tu código no es tan bueno aún. Mejorarás. Practicarás. Conocerás grandes personas en la comunidad.
Si te va muy bien programando harás algo que la gente quiere. Lo vas a optimizar. Aprenderás de interfaces. De diseño. De marketing. Aprenderás a escribir. Probarás tus ideas. Escucharás a tus usuarios. Odiarás a uno que otro usuario desquiciado. Mejorarás tus habilidades. Quizás convertirás tu producto en una compañía.

Si eliges el camino de crear una empresa fracasarás. Porque eso es lo que pasa cuando creas compañías por primera vez. Obvio.
Pero si no te rindes y sigues aprendiendo, programando, diseñando, escribiendo y creando, volverás a hacer algo que la gente quiere.
Y en este punto tienes tres opciones:
- Ser un experto en tu arte, conseguir un gran empleo y que te paguen cada vez mejor.
- Aprender a manejar gente y convertirte en “manager”.
- Intentar emprender.
El camino #1 es éxito asegurado. El camino #2 puede deprimirte si lo que amas es crear. En el camino #3, 80% de las veces vuelves a fracasar. Pero con muchísima suerte, si te va bien, crearás una compañía que hace dinero. Habrás fundado una empresa.
Si te va bien como fundadora (y en este punto espero tengas una cofundadora en la que confíes o tu vida será muy difícil) vas a tener que aprender a contratar. Vas a aprender a manejar gente. Leerás libros. Tomarás cursos. Pedirás consejos. Muchos consejos serán malísimos. Unos pocos serán momentos de absoluta genialidad.

Y si tu empresa empieza a crecer, buscarás inversión.
Empezarás a rodearte de gente muy inteligente. Contratarás gente increíble. Pero también gente mala. Malos de maldad. O a veces ingenuos. Y te tomará mucho tiempo darte cuenta que son malos. Y serás mal líder porque aprender a liderar te hará dañar personas sin querer. Y los recordarás cada día de tu vida.
Te dirán que no tus clientes. Te dirán que no tus inversionistas. Te dirán que no tus candidatos. Pero poco a poco alguien te dirá que sí. El primer sí es el más difícil. Después todo empezará a encajar.
Y la empresa empezará a crecer. Y no sabrás ya el nombre de toda la gente con la que trabajas. Y las decisiones que te rompieron años atrás serán en retrospectiva tonterías del día a día.
Y pasará el tiempo.
Si te va MUY bien fundado una compañía nunca más harás las cosas buenas que te llevaron a este punto. Quizás un 10% del tiempo. Si tienes suerte.
Porque si te va muy bien, esta será tu vida:
- Aprender finanzas, más de lo que nunca imaginaste que tendrías que aprender.
- Rodearte de gente que sabe más que tu de finanzas y tener una constante inseguridad de no entender algo.
- Leer todo lo que puedas de tu industria y otras industrias como si la vida de tu empresa dependiera de ello. A veces así es.
- Entrevistar gente con caminos de vida MUY distintos que ganan MUCHÍSIMO más que tú jamás has ganado. Y convencerlos de unirse a tu idea.
- Despedir a personas geniales que simplemente no llegaron en el momento correcto pero de no hacerlo puedes afectar la compañía.
- Manejar tu estado emocional porque lo que te pase a ti, le pasa a la compañía.
- Hablar con inversionistas cuyos sesgos les hace pensar primero “de qué manera esta empresa va a fallar” hasta que tengas la suerte de encontrar quien piense “de cuántas formas esta empresa podría triunfar”
- Tomar decisiones a alta velocidad con información incompleta todos los días porque de otro modo eres un cuello de botella.
- Aprende mucho más de finanzas.
- Repetir, repetir y repetir por qué tu empresa hace lo que hace a inversionistas, periodistas, empleados, clientes, familiares, amigos, enemigos.
- Pensar duro en el futuro, más duro de lo que nunca has pensado.
- Leer y leer todo lo que pasa en tu compañía para mantener el contexto de una empresa que, siendo realistas, ya no cabe en tu cabeza.
- Delegar

- Recordar que este es tu sueño. Esto es lo que querías. Estás viviendo el sueño.
Y si te va bien haciendo eso… no sé qué pasa después, pero espero poder contarte pronto.
Fundamentos de Ingeniería de Software