¿Has escuchado sobre la relación de aspecto? Si quisieras crear tu primera película, sabrías que lo más importante es contar con un buen guión, buenas cámaras, una increíble iluminación y un sinfín de detalles técnicos, todo ello encaminado a crear la mejor experiencia y que cada elemento utilizado aporte a tu narrativa.
Y es que lo que más importa es saber cómo contar tu historia, que todo vaya encaminado a crear esa idea que tienes en la cabeza. De la misma manera en que no se debe dudar en utilizar un formato en blanco y negro (si hace que la experiencia final sea más rica como en Roma de Alfonso Cuarón, no hay que descuidar la relación de aspecto).
En inglés aspect ratio es la proporción que hay entre el alto y ancho de la imagen. Usualmente es expresado con dos números, por ejemplo: 4:3, en este caso queriendo decir que por cada 3 unidades de alto hay 4 de ancho. También puede ser expresado de la siguiente manera: 1.33:1 lo cual quiere decir que el ancho es 1.33 veces el valor del alto.
Este concepto puede ser confundido con resolución y aunque van de la mano no son lo mismo: 640x480 y 1024x768 son resoluciones muy diferentes, teniendo más densidad de píxeles la última pero ambas están en una relación de aspecto 4:3.
Por las limitaciones técnicas de la época, el primer aspecto que se manejó en el cine fue de 4:3. ¡Fue una completa revolución ver imágenes en movimiento! Pero cuando salieron los televisores y los cinemas fueron perdiendo importancia, los productores vieron como posible respuesta el conseguir aspectos más panorámicos, más anchos y que permitieran más objetos en pantalla. Desde aquel momento se crearon muchas más relaciones de aspecto que aunque en su momento fueron un progreso necesario, ahora se puede decir que son un elemento más a utilizar en la narrativa, como lo sería el enfoque de los lentes o el tipo de iluminación.
Aunque el aspecto fue variando como respuesta a una necesidad de progreso tecnológico, en la actualidad hay muchas películas que hacen uso de relaciones que podrían considerarse obsoletas, y por un lado esto podría ser una respuesta a recortes de presupuesto ya que mientras más ancha sea la pantalla, más elementos decorativos deben estar presentes.
Sin embargo los motivos narrativos son los más fuertes, pues cada relación de aspecto lleva asociados diferentes sentimientos; los más estrechos como los 4:3 o incluso formatos cuadrados 1:1 son usados para generar en el espectador sensaciones de agobio, para que siempre la atención esté centrada en el personaje y los demás elementos se escapen de vista. Ejemplos de esto se ven en películas como Mommy de Xavier Dolan o El hijo de Saúl de László Nemes. En cambio, los formatos más anchos son utilizados para mostrar más personajes, paisajes, sentimientos de liberación, que no obligan a centrar la vista en algo en concreto.
También existen aquellos casos donde los directores han jugado con diferentes relaciones de aspecto para apelar a la melancolía o revivir de manera más fidedigna el cómo se hacía el cine 100 años atrás, ejemplo de ello está la película El gran hotel Budapest de Wes Anderson que utiliza 4:3 para rememorar los años 30 y cambia el aspecto haciéndolo más ancho al avanzar de décadas.
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Un punto de vista que no había considerado. Gracias por el aporte y lo tendré en cuenta para futuros proyectos.