Concepto de diversión en juegos

Clase 2 de 20Curso Profesional de Diseño de Videojuegos

Resumen

¿Qué es un juego?

Un juego es más que un simple entretenimiento; es un conjunto de reglas que busca esencialmente divertir y alcanzar un objetivo. Desde tiempos remotos, como en la antigüedad griega y egipcia, los juegos han formado parte del entretenimiento humano previo a la irrupción de los videojuegos en el siglo XX. Al pensar en un juego, podemos recordar numerosas variantes, desde simples retos manuales como piedra, papel o tijeras, hasta complejos juegos de tablero con fichas, cartas o dados. Estos juegos tienen en común su propósito: divertir y hacernos pasar un buen rato.

¿Todos los juegos son divertidos?

La diversión, como concepto, es subjetiva. Lo que para una persona es entretenido, para otra puede ser monótono o aburrido. Tomemos como ejemplo juegos como Final Fantasy VII, Dark Souls, o Resident Evil. Estos títulos pueden brindar diversión y emoción a ciertos jugadores, pero a otros, especialmente los reacios al terror, pueden resultarles angustiosos. Del mismo modo, un videojuego como Animal Crossing puede ser un deleite para algunos pero un tedio para quienes prefieren más acción.

Incluso los juegos más populares pueden no ser emocionantes para todos. En esta diversidad de preferencias radica la subjetividad de la diversión en los juegos, lo cual debe ser considerado al diseñar y evaluar juegos.

¿Qué hace que un juego sea entretenido?

Los juegos captan nuestro interés al ofrecernos experiencias que se alejan de nuestra vida cotidiana. Son oportunidades para convertirnos en alguien que no somos en la realidad, como el protagonista de un videojuego de acción o aventura. Este cambio de rutina es un factor clave en la atracción de los juegos.

Tomemos como ejemplo Grand Theft Auto. Este juego permite a los jugadores realizar acciones que jamás podrían llevar a cabo en la vida real sin enfrentar consecuencias. La atmósfera de libertad y acción es lo que lo hace apasionante para muchos. No obstante, su valor de entretenimiento sigue siendo subjetivo. Por ejemplo, un niño podría disfrutar simplemente recolectando coches de color rojo, mientras que para otros, esto podría ser aburrido. Esto evidencia que lo que para alguien es emocionante o entretenido depende intrínsecamente de sus intereses personales.

La subjetividad y el tiempo en la diversión

La percepción de la diversión en los juegos no es estática; cambia con el tiempo. Un juego que en un momento nos resulta fascinante puede volverse aburrido con el paso de los años. Experiencias personales, como trabajar en la industria de casinos sociales, reflejan cómo nuestros gustos evolucionan. Juegos que antaño resultaban atractivos pueden volverse tediosos al cabo de una década. Este cambio en las preferencias personales enfatiza la importancia de conocer a la audiencia a la hora de diseñar un juego.

¿Cómo diseñar un juego que enganche?

El compromiso al desarrollar un juego radica en entender a quién va dirigido y qué es lo que ese público considera divertido. Es fundamental proyectar y crear experiencias que resalten estas dinámicas.

  1. Identificar tu audiencia: Considera para quién es el juego, cuál es su perfil y sus preferencias.
  2. Definir mecánicas atractivas: Las reglas deben ser sencillas pero atractivas, logrando estimular a los jugadores a seguir participando.
  3. Ofrecer una experiencia única: La historia, los personajes o el entorno deben permitir al jugador ser alguien que no puede ser en la vida real.
  4. Evoluciona con el tiempo: Permite que el juego se adapte a cambios, brindando nuevos retos o actualizaciones que mantengan el interés a lo largo del tiempo.

En conclusión, los juegos son más que un entretenimiento pasajero. Son una manifestación de creatividad y estrategia dirigida a capturar el interés del jugador a través de experiencias únicas y significativas. ¿Y tú, qué tipo de juego te gustaría crear? ¡Piensa en ello, participa y comparte tus ideas! Podrías estar a un paso de diseñar el próximo gran éxito.