La motivación es un aspecto crucial en la vida de las personas. Es lo que impulsa a tomar acción, perseguir metas y lograr el éxito. Existen diferentes tipos de motivación, y a continuación vamos a explorar la diferencia entre la motivación intrínseca y extrínseca.
Comprender estas dos formas de motivación puede ayudarnos a maximizar nuestro potencial y alcanzar un mayor nivel de satisfacción en nuestras vidas. Analizaremos cada tipo de motivación, sus características, y cómo podemos cultivar y aprovechar al máximo tanto la motivación intrínseca como la extrínseca.
La principal diferencia entre la motivación intrínseca y extrínseca radica en su origen y en las razones por las cuales una persona realiza una acción. Mientras que la motivación intrínseca se basa en intereses personales y satisfacción interna, la motivación extrínseca se deriva de factores externos y recompensas tangibles.
Considera el caso de una persona que toca la guitarra como hobby. Para ella, las horas que pasa puliendo una melodía o aprendiendo una nueva canción no son un trabajo arduo, sino un deleite. La guitarra no es una tarea que deba actuar ni un medio para ganar dinero o reconocimiento, es un instrumento a través del cual ella puede expresarse y encontrar satisfacción.
Al tocar la guitarra, se sumerge en su mundo de música, disfrutando la alegría de crear y llenar la habitación con sus melodías. La motivación intrínseca surge de su amor por la música y la satisfacción interna, mientras que la motivación extrínseca se relaciona con recompensas o reconocimiento externo.
Pues bien, estas son algunas características de la motivación instrínseca.
Ahora repasemos los tipos de motivación extrínseca.
La motivación extrínseca puede estar impulsada por recompensas económicas, como un salario, bonificaciones o regalos materiales. Estos incentivos externos pueden influir en el desempeño y el compromiso de una persona.
El reconocimiento público, el prestigio y la admiración son factores externos que pueden motivar a las personas. El deseo de ser apreciado y respetado por los demás puede ser una poderosa fuerza motivadora.
La motivación extrínseca también puede surgir de evitar consecuencias negativas. El miedo a un castigo, una sanción o una crítica puede llevar a las personas a realizar ciertas acciones para evitar un resultado no deseado.
La motivación intrínseca se basa en la autonomía, la competencia y las relaciones interpersonales según la Teoría de la Autodeterminación. En cambio, desde la psicología, la autonomía implica controlar nuestras acciones, la competencia está relacionada con la confianza en nuestras habilidades y las relaciones interpersonales se refieren a la conexión y la comunidad.
Las consecuencias influyen en el comportamiento. Un resultado positivo aumenta la probabilidad de repetir el comportamiento. El 80% de las personas disfruta de las interacciones sociales, lo cual es intrínseco. Sobrecargar con motivadores extrínsecos optimiza solo para el 20% de la audiencia.
Si bien la motivación intrínseca emerge de nuestra esencia interna, hay varios elementos externos que pueden intensificarla. Uno de estos detonadores es la presencia de retos equilibrados, según lo explica el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi.
Cuando los jugadores se enfrentan a tareas que no son demasiado sencillas, ni tampoco extremadamente complicadas, es más probable que experimenten un estado de “flow” o “flujo”. Esto quiere decir que su nivel de habilidad está perfectamente equilibrado con el nivel (alto) de dificultad de la tarea que están realizando.
El “flow” es un estado mágico en el que te concentras intensamente en una actividad, perdiendo la noción del tiempo y el entorno. Es un momento delicado que requiere de enfoque total. La película “Soul” de Pixar ejemplifica este concepto a través de un músico llamado Joe Gardner, quien se sumerge en un estado de “flow” al tocar el piano.
Otra película que lo ejemplifica sería “Whiplash” (2014). Esta sigue la historia de un joven baterista de jazz, Andrew, y su obsesión por alcanzar la perfección. En varias escenas, se puede observar a Andrew sumergido en un estado de “flow” mientras toca la batería, perdiendo la noción del tiempo y estando completamente absorto en su música.
Varios factores pueden influir en la efectividad de la motivación extrínseca. Uno de estos factores es el valor percibido de la recompensa.
Imagina que estás en una carrera. El valor de una medalla no sólo depende de cuánto cuesta su revestimiento de oro. También depende de lo mucho que te importa tu deporte, lo mucho que valoras la competencia y cuán alineado está este objetivo con tus aspiraciones personales.
Es decir, las recompensas que tienen un contexto que las hagan relevantes para el jugador son mucho más significativas y su efecto motivador será mucho mayor.
El momento en el que se entrega la recompensa también juega un papel importante. Las recompensas inmediatas tienden a ser más efectivas para impulsar el comportamiento en comparación con las que no lo son.
Además, la percepción de justicia y equidad del sistema de recompensas puede impactar la motivación extrínseca.
Piensa en cómo te sentirías si descubres que algunos deportistas reciben mejores medallas por menos esfuerzo. O que otros obtienen medallas de oro simplemente por presentarse. Esto es lo que en Octalysis llamamos “justicia en el sistema de recompensas”.
Cuando los jugadores sienten que el sistema es justo y están obteniendo lo que se merecen por su esfuerzo, estarán mucho más motivados para seguir participando. Pero si el sistema se percibe como injusto o sesgado, se sentirán desmotivados y es posible que decidan abandonar la competencia.
Es momento de conocer algunos ejemplos de motivación intrínseca.
Pintar, escribir, tocar un instrumento musical o hacer manualidades pueden ser actividades que te motiven intrínsecamente, ya que te permiten expresar tu creatividad y disfrutar del proceso.
Estudiar un tema que te apasiona, como historia, ciencia, literatura o idiomas, puede ser muy motivador. El deseo de adquirir conocimientos y mejorar en el área de tu interés puede impulsarte a aprender de manera autónoma.
Establecer metas personales desafiantes, como correr una maratón, completar un rompecabezas complicado o resolver un problema matemático difícil, puede generar una motivación intrínseca. El sentimiento de logro y superación personal puede ser muy gratificante.
Participar en actividades voluntarias o brindar ayuda a personas que lo necesitan, como colaborar en una organización sin fines de lucro o apoyar a alguien en dificultades, puede ser altamente gratificante y generar motivación intrínseca al saber que estás haciendo una diferencia positiva en la vida de otros.
Para concluir, te dejamos acá una lista de consejos para que tengas en cuenta a la hora de implementar estrategias de gamificación intrínsecas, ya que por su naturaleza abstracta y complejidad de implementación, suelen ser las menos comunes.
Dedica tiempo a entender quién es tu público objetivo y qué les interesa. Trata de comprender sus motivaciones, deseos, retos y necesidades para poder diseñar una experiencia que les hable directamente.
Una buena forma de lograr esto es haciendo un análisis psicográfico que responda a preguntas como ¿a qué se dedican en su tiempo libre? Esto puede incluir sus hobbies, los tipos de libros que leen, los programas de televisión que ven, los deportes que practican, etc.
Una vez tengas un buen entendimiento de los gustos e intereses de tu audiencia, deberás tener la capacidad de “traducirlos” a diferentes tipos de motivación o “Core Drives”. Esto te permitirá llevar conceptos abstractos a un nivel de implementación mucho más práctico, asociándolos directamente a diferentes Técnicas de Diseño de juegos.
Así sabrás, por ejemplo, que al implementar estatus, estarás aludiendo a los Core Drives 5, 2 y 6, los cuales pueden o no estar relacionados con el perfil motivacional de tus jugadores (esto es en gran parte lo que determinará el éxito de tu estrategia de gamificación).
Recuerda que alrededor del 80% de las personas tenemos un componente social alto en nuestros perfiles motivacionales.
Si no estás seguro/a de los tipos de motivación dominantes de tu audiencia, tu mejor opción será dedicarle una buena parte del diseño y presupuesto de implementación a mecánicas como competencias, comunidades, misiones grupales, narrativa, leaderboards y demás Técnicas de Diseño de juegos que tengan un alto componente social (Core Drive 5).
Varios factores influyen en los hábitos, y uno relevante es el concepto de recompensas variables. ¿Por qué mencionamos recompensas en contexto de motivación intrínseca? Responde al matiz: nos referimos a “variabilidad”, conectando con Core Drive 7 de Octalysis: Impredecibilidad & Curiosidad, intrínseco.
El consejo aquí es incorporar elementos de azar e impredecibilidad para potenciar la formación de hábitos, motivando a tus usuarios a interactuar con tu experiencia de manera constante. Intenta sorprenderles gratamente cada vez que inicien sesión, ofreciéndoles un elemento relevante pero inesperado que mantenga viva su curiosidad.
La motivación intrínseca, aunque poderosa, puede tener un efecto más lento en comparación con las recompensas tangibles e inmediatas que ofrece la motivación extrínseca.
Esta realidad puede resultar desafiante para aquellos acostumbrados a pedir resultados rápidos. Sin embargo, te animamos a que des un paso atrás y empieces a valorar lo intangible, como aumentar el nivel de actividad diaria, logins, tiempo de sesión y percepción de la marca.
Aunque estos elementos pueden parecer menos directos, tienen un impacto significativo en la rentabilidad a largo plazo. Sin embargo, es esencial tener paciencia y permitir que la experiencia madure, consolidándose a través de las mecánicas intrínsecas que has implementado.
Contrario a lo que muchos podrían pensar, existe una técnica de gamificación que supera a todas las demás, y no, no son los puntos o las medallas. Se trata de los “Potenciadores” o “Boosters”, la herramienta más valiosa y poderosa en tu arsenal de gamificación. Los potenciadores combinan lo mejor de ambos mundos en una recompensa (extrínseco) con una gran capacidad para mantener a los jugadores enganchados en el Game Loop.
Estos sólo pueden ser aprovechados al realizar más Acciones Deseadas, lo que los hace especialmente atractivos. Un potenciador es una recompensa que te otorga la capacidad de tomar decisiones (intrínseco), alterar las reglas del juego a tu favor (intrínseco), mejorar tus posibilidades de obtener recompensas (intrínseco), o aumentar la eficiencia (extrínseco) de tus acciones dentro del sistema.
Si ya has implementado técnicas de gamificación intrínseca y observas que tus jugadores las disfrutan auténticamente, procura no asociar recompensas externas a estas actividades, especialmente si tienen un valor monetario.
La motivación extrínseca puede eclipsar el deseo innato de una actividad. Imagina que te encanta pintar y alguien te paga por tus cuadros. Al principio, te emociona recibir dinero por algo que amas, pero con el tiempo, puede afectar tu motivación intrínseca. Esto es el efecto de la “sobrejustificación”.
Si lo que leíste te cambio la forma de entender el mundo, no puedes perderte los cursos completos del Octalysis Framework, ¡acá mismo, en Platzi!
Un artista random viendo que comienzan diciendo que de artista no se gana mucho dinero: 💵🤡💵
Jajajaja es verdad, se puede malentender
Me gusto la referencia a la película de Soul