Las tarjetas de crédito son una herramienta de pago que ofrecen principalmente las entidades bancarias y financieras a las personas, y que estas últimas utilizan para realizar el pago de las compras de bienes o servicios que realizan en miles de establecimientos comerciales, tanto nacionales como internacionales, con los que la entidad mantiene un convenio a tráves de su tarjeta.
Actualmente, las tarjetas de crédito son aceptadas prácticamente en todo comercio, tanto físico como electrónico, además de que permiten financiar en cuotas mensuales las compras realizadas.
Las tarjetas de crédito funcionan entregando a cada usuario un crédito revolvente, que no es más que una cantidad de dinero prestada que se puede utilizar repetidamente según se vaya pagando, y un plástico que sirve como medio para poder acceder a tal fondo.
El plástico se utiliza en los distintos establecimientos y comercios que aceptan este tipo de pago al momento de adquirir bienes o servicios, sin la necesidad de tener que desembolsar dinero en efectivo. Todo depende del tipo de tarjeta obtenida. La tarjeta cuenta también con una serie de dígitos que se utilizan para identificarla y que se ingresan al momento de realizar compras en establecimientos de comercio electrónico.
La entidad financiera o bancaria que ha emitido la tarjeta, posteriormente, se encarga de liquidar al establecimiento comercial el valor de la compra a nombre de su cliente. Posteriormente la cantidad de dinero adeudada por el titular de la tarjeta deberá ser cancelada a la entidad financiera, la cual podrá ofrecer distintos esquemas de pago diferido con o sin intereses por financiamiento o incluso interés moratorio. Conoce cómo calcular el interés de una tarjeta de crédito.
El límite de compra o crédito que otorgue dicha entidad financiera, se definirá en función del nivel de ingresos, la capacidad de pago y el historial de pagos del cliente con los bancos y otras entidades de financiamiento. La línea de crédito puede aumentar poco a poco si el cliente realiza sus pagos a tiempo y de manera responsable. Esto se conoce como el score crediticio.
Actualmente, existen también algunas tarjetas de crédito prepagadas en dónde el límite de crédito del plástico se define en función al dinero que se deposite en ella. Es decir, cuando se haya gastado todo el dinero que está depositado en ella, se necesitará volver a depositar dinero para volver a utilizarla.
Los establecimientos de comercio que aceptan tarjetas de crédito están afiliados a una o más redes procesadoras de transacciones que operan alrededor del mundo, como lo son MasterCard, Visa y American Express. Las redes procesadoras son las encargadas de procesar cada una de las transacciones que se realizan y garantizar la operación de las tarjetas de crédito en millones de establecimientos a nivel global.
La principal diferente recae en el hecho de que una tarjeta de crédito es técnicamente un préstamo otorgado por el banco emisor o entidad financiera. Entonces cuando se paga en algún establecimiento, es el dinero de este banco el que se utiliza, para ser cubierto por el cliente más adelante. Por otro lado, las tarjetas de débito utilizan los fondos que el cliente ya tiene disponibles en su cuenta de ahorros o corriente y podrá realizar todas las compras que desee hasta que estos fondos se agoten, entonces no es ningún tipo de crédito o préstamo. Conoce más a fondo las diferencias entre crédito y débito.
Ahora que ya conoces qué es y cómo funciona una tarjeta de crédito, además de su principal diferencia con una débito, es momento de conocer el por qué de obtener una.
Entre las principales ventajas de las tarjetas de crédito, podemos encontrar:
Sin embargo, uno de los aspectos que no debe ser omitido es que al tratarse de un préstamo, tendrás que invariablemente pagarlo de una u otro forma. Es allí donde se puede incorporar una tasa de interés o comisiones en el caso de que se elija un esquema a mensualidades y, más aún si un mes se deja de pagar, lo que se traduciría en el aumento de la deuda inicial o incluso medidas más graves, como ingresar al buró de crédito.
Por esta razón, y a partir de todo lo que te hemos explicado, debes tener presente que manejar una tarjeta de crédito puede llegar a ser una alianza en tus finanzas personales si se saben maneja.
Recuerda que el dinero no es tuyo, sino de la institución bancaria, por lo que deberás tener en cuenta la fecha de corte y la fecha límite de pago de tu tarjeta, la tasa de interés, las comisiones que pagarás y la cuota anual que pueden llegar a cobrarte.
Es muy importante que antes de tomar la decisión de sí adquirir o no una tarjeta de crédito, te dirijas al banco de tu preferencia o a una institución financiera en su defecto, y consultes con un asesor todos los requisitos y costos de adquisición de una tarjeta de crédito, los métodos de pago, los pagos mensuales, el pago mínimo, costo de anualidad y las tarifas a cancelar por el crédito que se tome. Todo esto con el fin de que la tarjeta se convierta en una ayuda financiera y no en un dolor de cabeza a futuro.
Teniendo en cuenta cómo funciona una tarjeta de crédito, serás capaz de gestionar y ajustar tus compras para el bien de tus finanzas y a tu estilo de vida. Otra forma de mejorar tu situación es con nuestro curso de finanzas personales para el futuro. Será una herramienta increíble para ayudarte a cambiar tu situación financiera.
