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Gestión de Renuncias y Estrategias de Retención de Talento

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Recursos

¿Cómo manejar una renuncia de forma eficaz?

El manejo de una renuncia es una parte crucial de la gestión de recursos humanos y un componente esencial dentro del proceso de off-boarding en una empresa. Al recibir una carta de renuncia, lo primero que debemos hacer es garantizar que se envíe a Recursos Humanos y al jefe directo o supervisor del empleado para cumplir así con el período de preaviso estipulado en el contrato, que suele ser de dos a cuatro semanas. También es fundamental coordinar una reunión con Recursos Humanos para entender las razones del empleado y, en caso de ser necesario, implementar una estrategia de retención.

¿Cómo identificar la renuncia antes de que ocurra?

La renuncia de un empleado puede evitarse si la empresa implementa medidas proactivas que promuevan un entorno de trabajo satisfactorio y competitivo. Algunas de estas medidas incluyen:

  • Encuestas de satisfacción laboral: Estas encuestas son herramientas valiosas para identificar posibles problemas y áreas de mejora dentro del ambiente laboral.
  • Evaluaciones de compensaciones: Es importante asegurarse de que el salario sea competitivo y esté alineado con lo que ofrece el mercado. La adición de beneficios o compensación variable también puede resultar atractiva.
  • Mejora cultural: Fomentar una cultura laboral saludable es fundamental para el bienestar y satisfacción de los empleados.
  • Oportunidades de crecimiento: Presentar oportunidades de crecimiento laboral a empleados clave que buscan nuevos retos.

¿Cómo retener a un empleado clave?

En situaciones en las que ya se ha recibido una carta de renuncia, como en el caso de Juliana, es importante actuar de manera reactiva. La clave está en comprender las razones detrás de la decisión del empleado para proponer soluciones efectivas. Las acciones que podemos considerar son:

  1. Entrevistas de salida: A través de estas entrevistas, se puede entender el motivo detrás de la renuncia y buscar formas de satisfacer las necesidades del empleado.
  2. Ascensos y ajustes salariales: Ofrecer un nuevo puesto con mayores responsabilidades, como fue el caso de Juliana, ahora promovida a CFO, puede ser una solución atractiva.
  3. Compensación variable: Proporcionar acciones, bonificaciones o beneficios adicionales puede ser una estrategia muy valiosa para fomentar la permanencia.
  4. Igualar ofertas externas: Si el empleado tiene otra oferta, intentar igualarla puede ser la acción necesaria para retenerlo.

¿Qué sigue después de entender el manejo de renuncias?

Una vez que hemos comprendido el proceso para manejar y potencialmente revertir una renuncia, es importante también contemplar el siguiente paso en el off-boarding: ¿qué ocurre cuando un empleado no alcanza las expectativas y debe considerarse su desvinculación? Este tema será abordado en las próximas discusiones, pero recordar siempre tratar el tema con profesionalismo y empatía será clave para mantener un ambiente laboral saludable.

Implementar estas estrategias no solo fortalece la relación con el talento interno, sino que refuerza la posición de la empresa como un lugar donde los empleados quieren permanecer y crecer, asegurando un ambiente comprometido y alineado con los objetivos organizacionales.

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crear un plan o una estrategia de retención. formas proactivas identificar esos casos a tiempo. encuesta de satisfacción laboral. evaluando las compensaciones.

adicionar beneficios o adicionar compensación variable. evaluar la posibilidad de un ascenso y de un aumento. acciones; bonificaciones.

procesos de Offboarding cómo manejar una renuncia. Una renuncia se debe enviar por escrito a Recursos Humanos y al Jefe directo o supervisor de la persona. Este debe cumplir con el periodo de preaviso estipulado en el contrato. El preaviso usualmente es de 2 a 4 semanas.

Lo que está claro, cuando tomas la decisión de irte, por temas culturales, porque ya no te llevas con tu jefe. Ahí la verdad, queda poco por hacer. El pasaje de ida, ya está comprado.

Siempre habrá colaboradores y colaboradores. Es decir, algunos que valdrá la pena retenerlos, otros que aún siendo un talento excepcional, tengan la decisión tomada y querrán irse de todos modos, y aquellos a los que sólo queda desearles lo mejor.